EL MIEDO
·
Es una emoción primaria que se deriva de la
aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales,
lo que incluye al ser humano.
· Es difícil de controlar y puede provocar todo
tipo de reacciones, tales como parálisis o ataques de ansiedad.
·
Muchas veces se teme a algo que no existe, que
es producto de la imaginación, como los monstruos.
· La respuesta bioquímica generada por el temor es
de carácter universal. Ante una situación de peligro, ciertos signos físicos
mensurables prueban que tenemos miedo: aumenta inmediatamente el pulso cardíaco
y la sudoración, se dilatan las pupilas, al mismo tiempo que se elevan los niveles
de adrenalina en sangre.
Enfoques
Biológico, el miedo es un esquema adaptativo, y constituye
un mecanismo de supervivencia y de defensa, surgido para permitir al individuo
responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia.
Neurológico es una forma común de organización del cerebro
primario de los seres vivos, y esencialmente consiste en la activación de la
amígdala, situada en el lóbulo temporal.
Psicológico, es un estado afectivo, emocional, necesario
para la correcta adaptación del organismo al medio, que provoca angustia y
ansiedad en la persona, ya que la persona puede sentir miedo sin que parezca
existir un motivo claro.
Social y cultural, el miedo puede formar parte del carácter de la persona o de la organización social.
¿POR QUÉ SE TIENE
MIEDO?
El miedo, bien entendido, es necesario porque posibilita
evitar algo doloroso o peor aún, ya que es un mecanismo de defensa que está
‘tallado’ en el ADN de los seres humanos.
Claro que también hay miedos irracionales, como el temor a
lo que no existe, pero la presencia de la reacción es beneficiosa para la
supervivencia tal y como verán a continuación.
¿CÓMO AFECTA EL MIEDO
AL CUERPO?
En el cuerpo:
-Se incrementa el metabolismo celular.
-El corazón bombea sangre a gran velocidad para llevar
hormonas a las células, especialmente adrenalina.
-Aumenta la presión arterial, la glucosa en sangre, la
actividad cerebral y la coagulación sanguínea.
-Se detiene el sistema inmunitario, al igual que toda
función no esencial.
-Se dilatan las pupilas para facilitar la admisión de luz.
-La sangre fluye a los músculos mayores, especialmente a las
extremidades inferiores.
-El sistema límbico fija su atención en el objeto amenazante
y los lóbulos frontales –encargados de cambiar la atención consciente de una
cosa a otra– se desactivan parcialmente.
Todo facilita la respuesta del individuo ante el peligro y
esto sucede por igual ante cualquier tipo de miedo.
Claro que también puede haber consecuencias negativas cono:
-Taquicardia.
-Sudoración.
-Temblores.
-Retroalimentación del temor y pérdida del control sobre la
conducta.
-Falta de armonía en los riñones, lo que puede hacer que la
persona se orine involuntariamente.
EL MIEDO AL RECHAZO,
UN MIEDO REAL E IMAGINARIO.
El miedo al rechazo en el pasado era muy práctico. El ser
humano está predispuesto a vivir en grupo y actuar como una comunidad para
superar los grandes desafíos. En nuestro origen, si un individuo era rechazado
por su grupo, acabaría viviendo solo y expuesto a los peligros de los
depredadores. En resumidas cuentas, el
miedo al rechazo se resumiría en: Si te rechazaban, tus posibilidades de morir
aumentaban considerablemente.
Hoy en día, la situación no es la misma. La gente vive en
ciudades o pueblos de cierto tamaño, existen cientos de grupos diferentes en
nuestro alrededor a los que podríamos pertenecer y además, en caso de que nos
rechazara un grupo, podríamos estar seguros de que ningún depredador nos va a
devorar.
Después de todo, la sociedad avanza mucho más deprisa que la
adaptación genética.
Como primera medida, al miedo hay que naturalizarlo, es
decir, aceptarlo ante el peligro y nada más. Y todo lo que esté en la cabeza,
regularlo. El temor en una entrevista laboral o en una primera cita es normal.
Pero al ‘otro miedo’ hay que tratar de expulsarlo. Es un impulso interior que
busca defendernos de un peligro irreal que la mente se esfuerza en creer.
Claro que ante una patología el mejor camino es siempre
consultar a un profesional de la salud mental, quien podrá trabajar para
desactivar esas falsas alarmas.
Las fobias
Una fobia es una desviación de la respuesta normal ante el
peligro.
Son patrones, que nos han creer desde pequeños, a lo largo del proceso hemos ido creando ese abito, en realidad el miedo no existe..
ResponderEliminaruhmmm miedo todo esta en la mente
ResponderEliminarun tema muy interesante !!
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